DONDE ACABA EL DERECHO Y EMPIEZA LA IDEOLOGÍA
Los
jueces son reacios a admitir que los prejuicios a menudo condicionan las
sentencias - El sistema de acceso ha favorecido que la judicatura sea
mayoritariamente de signo conservador.
En
la actualidad en España hay menos jueces que hace cincuenta años.Es decir, que
estudiaron la carrera en democracia y con la Constitución ya vigente.
la creencia de las ciudadanos en que la resolución de pleito dependa del juez que le haga tocado por suerte pero tan
bien depende de los abogados que los defienda pocos jueces admiten estos.Cada
uno interpreta la ley y así imparte justicia.
Son
pocos los casos pero existen jueces que se niegan a aplicar la leyes porque
estas mimas son contrarias a su ideología como ejemplo tenemos el caso del juez
de familia de Murcia Fernando Ferrín Calamita que negó la adopción de un bebe a
un matrimonio homosexual.
¿Condiciona
la ideología a los jueces?
Según
el Articulo 3.1 del Código Civil las normas se interpretaran y se aplicaran según el sentido propio de sus palabras.
Margarita
Robles, magistrada en excedencia del Tribunal Supremo y en la actualidad vocal
del CGPJ a propuesta del PSOE explica que si dejan que la ideología de los
jueces influya en las decisiones de este al imponer una sentencia algo están
haciendo mal, ya que no pueden ganar la confianza de los ciudadanos. También opina que la ley solo se pude interpretar desde un punto de vista jurídico, que
no ideológico, a esta opinión se le une la de Pablo Llarena magistrado del tribunal de Barcelona 'Que se
juegue con la ideología de los jueces para establecer un pronóstico de la
resolución hace que la ciudadanía pierda la confianza en la justicia",
asegura.
Se expresa al magistrado de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional Ramón Sáez. "lo que se pregunta
es que hay casos similares y se reparten distintas sentencian, hay que asumir
sin complejos que tenemos un poder y que al dictar sentencia lo imponemos a las
partes".
Sáez, como Robles, pertenece a la asociación progresista Jueces para la
Democracia, la desmitificación del carácter científico que tiene la
interpretación y aplicación de la ley y la necesidad de apostar por las clases
más desfavorecidas.
Son muy pocos los jueces que reconocen abiertamente que interpretan la
ley desde su ideología y abundan los que suscriben las tesis de Pablo
Llarena,Sin embargo, el mismo Llarena reconoce que "la resolución judicial
puede variar según el juez que la dicte. Eso no es ninguna perversión, es que
es así. Cada juez puede visualizar una realidad en un mismo
procedimiento", explica.
Eso no significa que cada juez tiene su propia ideología por que también
son seres humanos esto es explicado por Sebastián Moralo.
La seguridad jurídica que ofrecemos los jueces es igual o superior a la
que pueda tener el dictamen de un ingeniero, de un médico o un abogado, pero
con la diferencia de que las sentencias están sometidas a un sistema de
revisión de recursos", explica Moralo.Ramón Sáez piensa que cualquier juez
que sea neutral, distante o técnico, es una ficción, es la nada.
"Si la carrera judicial en España es mayoritariamente conservadora
es porque el actual sistema de oposición facilita esa tendencia, explica
Alejandro Sáinz.
Aquí nos cuenta que hace tres años que algunos los alumnos de la facultad de Derecho de la
Universidad Autónoma de Barcelona eran
hijos de obrero.La tercera parte eran mujeres.
Ahora las mujeres representan ya más del 47% de los jueces de España.
En su opinión la ley sólo es interpretable, "desde un punto de
vista jurídico, que no ideológico". En ese razonamiento coincide Pablo
Llarena
Menos equidistante que sus compañeros se expresa el magistrado de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional Ramón Sáez. "Lo que hay que
preguntarse es porqué en casos similares se dictan sentencias distintas. El
derecho es débil y no hay duda de que a la hora de aplicarlo influyen la
ideología, los perjuicios y los posicionamientos personales del juez. Hay que asumir
sin complejos que tenemos un poder y que al dictar sentencia lo imponemos a las
partes".
Sáez, como Robles, pertenece a la asociación progresista Jueces para la
Democracia, a algunos de cuyos integrantes les han colgado sus compañeros
conservadores la etiqueta de practicar, en ocasiones, lo que se denomina el uso
alternativo del derecho. Es decir, la desmitificación del carácter científico
que tiene la interpretación y aplicación de la ley y la necesidad de apostar
por las clases más desfavorecidas.
Son muy pocos los jueces que reconocen abiertamente que interpretan la
ley desde su ideología y abundan los que suscriben las tesis de Pablo Llarena,
en el sentido de que su función consiste en asegurar "una justicia
imparcial, técnicamente formada, equidistante y alejada de la política".
Sin embargo, el mismo Llarena reconoce que "la resolución judicial puede
variar según el juez que la dicte. Eso no es ninguna perversión, es que es así.
Cada juez puede visualizar una realidad en un mismo procedimiento",
explica.
"Si la carrera judicial en España es mayoritariamente conservadora
es porque el actual sistema de oposición facilita esa tendencia y porque los
preparadores que buscan esos opositores también son casi siempre
conservadores", explica Alejandro Sáinz, catedrático de Derecho
Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Y es que no todas
las familias pueden mantener a un aspirante a juez, que, tras los años de
carrera universitaria, tarda otros cinco años y tres meses de media en superar
una oposición.
Con todo, cada vez existe mayor permeabilidad social en la judicatura.
Hace 30 años, por ejemplo, sólo eran hijos de obreros el 8% de los alumnos de
la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona y únicamente una
tercera parte de los estudiantes eran mujeres. Sólo dos de esa minoría de
alumnos de clases populares acabaron la carrera.
Ahora las mujeres representan ya más del 47% de los jueces de España.
Pero sólo representan el 8,11% en el Tribunal Supremo
La última hornada que ha salido de la Escuela Judicial con sede en
Barcelona y que desde hace unos días ya imparte justicia en todos los rincones
de España está formada por 127 jueces y sólo 28 son "hijos del
cuerpo"
"La independencia es lo que es y nada más: que el juez esté libre de
presiones al impartir justicia. Pero una cosa es la independencia y otra el
condicionamiento ideológico que tienen jueces y fiscales en su trabajo
diario", precisa Carlos Jiménez Villarejo,
"La manera de entrar en la judicatura, con casi
10 años de estudio entre la carrera y la oposición, es lo que marca el modelo de juez que
hay en España y lo que habría que revisar", explica Carlos Gómez.
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